domingo, 13 de abril de 2014

De Abiego a Casbas pasando el río Alcanadre

Un domingo más, el Club Montisonense de Montaña ha emprendido una ruta de senderismo, buscando un lugar con distintos atractivos a los habituales.

El grupo, formado por una docena de personas, ha emprendido su marcha desde la localidad de Abiego, tomando el camino viejo de Junzano rumbo al río Alcanadre rodeados de sembrados que están comenzando a espigar. 

Llegados al barranco, salvamos su curso por el puente medieval de Famiñosa, que consta de un solo ojo en arco de medio punto y tablero a dos vertientes, construido con sillar y sillarejo. El arco, de grandes proporciones, tiene 19 m de luz y 12 m de altura, dimensiones que lo hacen francamente espectacular. Menos mal de ello, ya que las crecidas de este río son realmente gigantescas, hace solo unos días su caudal alcanzó más de 90 m3 por segundo mientras que ahora apenas sobrepasa los 4 m3/s. 


A continuación ascendemos por la otra margen hasta alcanzar de nuevo una extensa llanura verde y salpicada de campos de colza amarillos. Pronto alcanzaremos la ermita de Torrolluelas, donde hacemos la primera parada antes de llegar al pueblo de Junzano, que también pudimos visitar y que la mayoría no conocíamos en absoluto. 

Nuestro siguiente destino fue Casbas, cuyas calles son de trazado típicamente medieval. Es una localidad atractiva, cuyos elementos más emblemáticos son la Iglesia de San Nicolás (S. XVIII) única en su género por el tamaño y acabado, de una imponente fábrica de sillería, y el Monasterio cisterciense de Ntra. Sra. de la Gloria del (Siglo XII). Pudimos visitar parcialmente este convento declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural, disfrutando de sus bellos rincones pese al abandono al que está sometido. 


Una vez hecha la visita comenzamos nuestro camino de vuelta, no sin antes subir a la ermita de San José que se sitúa en un altivo promontorio y que la hacen visible desde muchos kilómetros. El lugar merece otro descansillo pues el calor ya aprieta y en este mirador excepcional corre una fresca brisa. 


Situados en uno de los senderos de la Hoya de Huesca que comunica Casbas con Bierge, bajaremos por una preciosa senda hasta el río Alcanadre de nuevo, cruzando primero su afluente Formiga y luego vadeando las aguas hasta la margen izquierda. Hubo quien se atrevió a darse un chapuzón, pues parece que estemos ya en verano con tan buen tiempo. 

Solo queda regresar hasta Abiego por una pista que, de nuevo, nos permite disfrutar del verdor primaveral y de los cantos de los atareados pajarillos que bién cortejan a las hembras, o bien están ya haciendo sus nidos.

domingo, 6 de abril de 2014

Nacimiento del río Irués: Las Fuentes de Fornos y el Chorro.

Este domingo el Club de montaña de Monzón ha hecho una ruta a un lugar inverosímil, por tratarse de un escondido rincón donde nace el río Irués de la manera más inaudita y espectacular. El grupo de 18 senderistas marcharon muy animados a ver este recóndido y poco conocido lugar. 

La actividad en cuestión es las fuentes de Fornos y el Chorro del mismo nombre, se trata de unas espectaculares surgencias de agua situadas en el fondo de la garganta del río Irués, en el macizo del Cotiella. Su especial atractivo reside en la gran vehemencia con que el agua mana de debajo de la tierra, en el caso de las fuentes prácticamente todo el año, pero el chorro tiene carácter eventual y es durante el deshielo o cuando se producen fuertes tormentas, que alcanza una fuerza y esplendor fuera de lo común. Este tipo de surgencias se les denomina trop-plein, ya que solo manan cuando en nivel de agua que se filtra por las numerosas simas de la montaña calcárea llenan por completo las galerías subterráneas.

El inicio de la ruta fue en el hermoso y pequeño pueblo de Badaín, junto a Lafortunada, en la carretera que une Aínsa con Bielsa. Partimos por una senda bien señalizada y cómoda, la cual al principio sube y luego va descendiendo por un hermoso bosque mixto hasta encontrarse con el río. 


Un puente metálico nos permitió cruzar a la otra margen, las aguas bajan con fuerza y se nota que hace pocos dias estuvo lloviendo con ganas. Sorprende ver las laderas de este encajonado barranco completamente cubiertas de bosque, una mezcla de robles, pinos y hayas que se conjugan con un variado sotobosque de boj, romeros, ruscus, musgo e innumerables plantas.

El sendero continúa ahora por la margen izquierda del río, completamente cubierto de hojarasca y en solo quince minutos alcanzamos las Fuentes de Fornos. Es un sitio que deja perplejo a todo el mundo ya que bajo los enormes arboles mana una gran cascada que cae ladera abajo con un estruendoso caudal. Disfrutamos brevemente de este lugar para continuar hacia nuestro destino, el Chorro. Ahora la senda se estrecha y se complica, en algún paso colocaremos un pasamanos y así todo el mundo pudo llegar con la necesaria seguridad. 


Tenemos la buena fortuna de verlo en toda su magnitud, no podemos acercarnos hasta su base ya que el caudal es tan grande que no se puede cruzar el río, pero sin duda nos basta ver cómo, de un agujero de la montaña, sale un chorro de agua enorme que salpica las rocas ya cubiertas de musgo en todo el ancho del cauce.



Es hora de comer un poco, que lugar mejor que este para hacerlo. Pronto volveremos sobre nuestros pasos y al llegar al puente que antes habíamos pasado decidimos completar una circular, para ello ascendemos junto a un afluente del Irués que se llama Garona, pasamos por un puentecito que salva las salvajes aguas y subimos por un maravilloso robledal envuelto en su base de un increíble tapiz de musgo. ¡Cuántas fotos hicimos allí !. Es hora de quitarse ropa porque el calor aprieta, hay que beber agua antes de afrontar la subida por el bosque hacia una pista superior, y una vez en el alto tomaremos dirección a Laspuña viendo desde esta privilegiada situación las nevadas cumbres de Los Sestrales, el Monte perdido y muchas otras cimas. 

Un trecho de cinco quilómetros entre el pinar del Solano, y enlazaremos con la senda PR-HU 138 que baja directa al pueblo de origen, Badaín. De esta manera habremos hecho una excursión algo más larga, pero mucho mas bonita. 

Así pues, hoy hemos podido descubrir un lugar realmente asombroso y darlo a conocer a todos quienes, como nosotros, desean disfrutar de las cosas que nos regala la Madre Naturaleza. ¡Hasta la próxima!

sábado, 5 de abril de 2014

Escalada en Albarracín

Este fin de semana la sección de escalada tuvo su cita anual con Albarracín. Esta salida es diferente a todas las realizadas el resto del año, ya que por un fin de semana dejamos las cuerdas de escalada en casa y nos vamos a tierras turolenses a realizar escalada de bloque. Escalada que sólo precisa de los pies de gato, la bolsa de magnesio y los craspad (colchonetas que se colocan debajo del escalador para amortiguar las caìdas). La escalada se realiza en bloques de 3-4 metros de altura y pese a su escasa altura, requiere de esfuerzos mayores y más concentrados que la escalada deportiva. 


Este es el tercer año que el club baja al bosque de rodeno, lugar donde se encuentran los bloques en los que se escala. Y por fortuna el tiempo de nuevo nos acompañó y quitando un poquito de viento el sábado, el sol lució entre las nubes.


El sábado fue el día fuerte. Un duro día de escalada en la que empezamos con los bloques más fáciles para ir subiendo poco a poco de dificultad en la escalada, una cervecita en el bonito bar del molino en Albarracín para celebrar los éxitos del día y para finalizar la jornada barbacoa en el camping, donde nos juntamos todos los escaladores que esos días pernoctamos allí y donde se conocen nuevas gentes.


El domingo lo comenzamos con un paseo por el bosque hasta los acantilados, donde se pueden divisar unas vistas magnificas de los alrededores y después un poco más de escalada antes de comenzar con el regreso a casa. Al final, todos de acuerdo: estupendo fin de semana en una compañía excepcional y sobre todo ganas de volver el año que viene.


jueves, 27 de marzo de 2014

Curso Iniciación Vías Largas

Por segundo año consecutivo la sección de escalada comenzamos la primavera realizando un curso de iniciación a vías largas. En el se enseñan las técnicas de aseguramiento, reuniones y todo lo que se requiere hace una vía de varios largos y estar colgado durante horas en una pared.


El curso en un principio estaba limitado para 4 personas ya que después hay una prácticas en pared y se requerían unos mínimos en escalada, pero visto la buena acogida que tenía y que algunos interesados solo tenían la curiosidad de tener un pequeño contacto con esta modalidad de escalada al final se formo un grupo de 8 para las clases en el rocódromo, eso si, el día de prácticas en pared iremos 4.


Durante dos semanas a finales de marzo se practicaron las técnicas de ascenso y descenso, montaje de reuniones, colocación de seguros, nudos y diversas maniobras que nos haran disfrutar, a los que no tengan vértigo, de esta modalidad de escalada con ambiente asegurado y algo más comprometida.

Como siempre buen ambiente y buena gente con ganas de aprender y de disfrutar de la montaña con seguridad.


domingo, 23 de marzo de 2014

El paisaje monegrino: Ruta por los Torrollones de La Gabarda, Tramaced y Piracés.

El Club Montisonense ha realizado este fin de semana una bonita actividad senderista por el entorno de Alberuela de Tubo y Piracés, a caballo de las comarcas de los Monegros, Somontano y la Hoya de Huesca.

El grupo de ocho participantes se encaminó desde Monzón a una curiosa zona que contrasta por su aridez al borde mismo de zonas de modernos regadíos. Es éste un lugar donde la erosión ha esculpido torreones arcillosos coronados por una losa de roca arenisca, que marcan el paisaje de este rincón monegrino. Son un buen sitio para el refugio de aves rupícolas entre otras, así como reptiles e insectos variados, y su elevación sobre el terreno circundante les da mucha vistosidad. 


La ruta comenzó junto al embalse llamado de “El Torrollón, punto ciertamente perdido entre un auténtico sinfín de pistas que comunican los diversos campos de labor. Inmediatamente paseamos por una senda prácticamente llana que discurre entre tos gigantescos torreones que impresionan al visitante, la monumentalidad de estos paisajes alivia momentáneamente el intenso frio que hacía y que se acrecentaba por momentos al soplar viento de cierzo, duro y helador.


Continuamos por una pequeña y estrecha senda a modo de faja, desde la cual se iban sucediendo a modo de aparador diversos aspectos de interés: una pared de arenisca completamente agujereada cual colmenas, otro torreón rocoso apodado “El Abuelo”, un estrecho paso por un agujero y un arco o portal gigantesco, justo a la altura del Parque de Aventura de La Gabarda que ha sido construido en este lugar casi mágico para diversión de los más jóvenes, cuando antaño fue lugar de refugio de distintas civilizaciones.


Situados a resguardo del aire, en algun punto logramos reponer energías comiendo nuestras provisiones, al calor del sol que poco a poco hacía subir la temperatura diurna. Atravesamos un hermoso olivar y una senda botánica, hasta llegar al lugar llamado “La Iglesieta de Usón”, que es una fortificación ó castillo musulmán del siglo IX, lógicamente en ruinas pero que conserva varias paredes de sillares de gran tamaño y también la planta triangular que sirvió en su día de defensa para los habitantes de estos lugares. Esta antiquísima construcción hizo las delicias del grupo, pues resulta emotivo situarse en estos perdidos rincones que evocan tiempos tan distintos a los que nosotros hemos vivido. Encontramos restos de cerámicas íberas entre otras, y por fin nos dirigimos a los coches para resguardarnos del frío que por estar en un lugar tan expuesto al viento ya estaba calando demasiado bajo nuestros abrigos. 

A continuación, para completar la jornada, nos fuimos al pueblo de Tramaced para conocer de cerca una roca llamada “El Moai”, que recuerda en cierto modo a las históricas figuras de la isla de Pascua. No en vano la forma de esta roca resulta sorprendentemente atractiva, para ser que las únicas manos que la han esculpido son las de la Madre Naturaleza. 


Y para finalizar la mañana dominical, visitamos al Peña del Mediodía de Piracés, una imponente roca de 80 metros de longitud y 25 de altura que todavía hoy muestra al visitante las huellas de su pasado militar como fortaleza árabe. Su sorprendente verticalidad a modo de barco varado en lo alto de una loma sirvió de plataforma para situar en su cima allá por el siglo X una destacada fortaleza musulmana dentro del sistema defensivo de la ciudad de Huesca. Su interés estratégico está en que desde esta atalaya se controlaban la antigua calzada romana Ilerda (Lérida) – Osca (Huesca) y todos los caminos que conducían a estas posiciones, tratando de impedir el avance cristiano hasta ellas. 



Una vez visitada esta impresionante y antigua fortaleza, sorprendidos de poder subir a este lugar por medio de una curiosa escalera tallada en la roca, nos dimos por satisfechos y volvimos a Monzón con tiempo de comer en nuestros hogares y contar a nuestras familias lo bien que hemos aprovechado el fin de semana.