domingo, 20 de noviembre de 2016

DESPOBLADOS DEL ALTO ALCANADRE III

El programa del Club Montisonense sobre despoblados del Alto Alcanadre llega a su fin con la visita a un paraje áspero y duro, especialmente deprimido y donde la despoblación fue especialmente cruel cayendo sus aldeas bajo la losa del olvido.


Partimos de Monzón 20 senderistas hacia el valle de Nocito, al norte de la Sierra de Guara. Seguimos la interminable pista asfaltada hasta la localidad de Bara, punto inicial de la andada donde el paisajismo y la naturaleza bendicen este increíble lugar repleto de historia y de patrimonio cultural. Sus viejas calles atisban un futuro prometedor, y descubrimos en un alto su iglesia con una pila bautismal en medio de una acogedora placeta.




Continuamos hacia el Molino Viejo, recientemente restaurado y pasaremos junto a la badina de Estañero, hermoso lugar que nos encamina a Miz, primera aldea despoblada de nuestro recorrido que alguien apodó “El pueblo del Fin del Mundo”. Sus dos grandiosas casonas y la iglesia estuvieron en pie mientras la economía de subsistencia se lo permitió. A principios del siglo XX su alma se quedó vacía, eminentemente por la falta de recursos básicos, y algunos vestigios como un par de grandes regaifas dejan constancia que aquí se producía también aceite.



El robledal está idílicamente coloreado, contrastando sus anaranjadas hojas con el verde pinar. Esplendor natural que choca con la localidad de Bibán, donde nos reciben las ruinas de su iglesia que hace poco tiempo se derrumbó. Sus casas muestran soportales magníficamente tallados, una herrería, bordas y calles bien adaptadas al terreno, pero las vigas de sus casas no han podido soportar el abandono y todo el pueblo está hundido y entregado a la soledad. 





Nuestros sentidos todavía no terminan de comprender qué ocurrió, compartimos mil opiniones mientras caminamos por unos bosques fabulosos, pisando la hojarasca donde asoman algunas setas, teniendo siempre a la vista la Sierra de Guara que hoy por momentos la lluvia nos oculta. 

Seguiremos nuestro camino pasando por la Pardineta de Bibán ó ruinas del Monasterio de San Juan de Matidero, destruido por Abd al-Malik al Muzaffar hacia el año 1006 cuando devastó los condados de Ribagorza y Sobrarbe, y cuya torre permanece en pie.



Nuestro último despoblado es Binueste, sus calles están mas limpias de maleza que en otros lugares, y sus casonas enormes fueron orientadas al sur para atrapar toda la luz solar posible. Su iglesia dedicada a San Martín de Tours es una muestra más del olvido en que ha quedado este aislado lugar, donde hacia los años sesenta se marchó la ultima familia de las muchas que subsistían de la venta de madera de roble entre otros medios.

Un poco más adelante llegaremos al mirador de La Predicadera, desde donde disfrutamos de maravillosas vistas a todo el valle antes de descender hasta las pozas cristalinas del Alcanadre y llegar al punto de partida, dejando atrás unos parajes que nos han cautivado, habiendo pasado un día excepcional.

Enlace al álbum de fotos aquí.

Club Montisonense de Montaña – Senderismo.