El Club Montisonense de Montaña ha organizado este fin de semana una excursión a la Selva de Oza, un espacio natural atravesado por las aguas del río Aragón Subordán y que destaca por su tupido bosque de abetos, pinos y hayas principalmente.
El buen tiempo ha atraído a muchísima gente a la montaña donde disfrutar del Sol y los colores otoñales, algo en otros años impensable. Nuestro grupo de 37 senderistas partió del Puente de Santa Ana, cerca de Siresa, en el valle de Hecho. Nada mas sobrepasar el río comenzamos la ascensión por la Senda de los Ganchos, utilizada antaño por contrabandistas.
Conforme avanzamos por la margen izquierda del río el bosque es cada vez mas bello hasta que una pradera nos sorprende y decidimos que es lugar idóneo para comer un pequeño bocado.
De aquí en adelante el sendero pasa bajo el hayedo recorriendo lugares mágicos como el puente de Espata rodeado de musgo, y todos nos maravillamos cuando llegamos a la Selva de Oza y su densísimo abetal que es uno de los bosques más bellos del pirineo, con el Castillo de Acher (montaña cuya forma recuerda una fortaleza) presidiendo todo el valle.
Hacemos la foto de grupo y nos dirigimos a un punto de interés histórico y cultural, la Corona de los Muertos, que es un yacimiento arqueológico que consta de 120 círculos de piedra que se relacionan con fondos de cabaña de hasta el Epipaleolítico (-9000 aC).
Visitado uno de estos yacimientos, descansamos en otra pradera con el color otoñal del valle de fondo, pues el cambio de estación viene retrasado y lo encontramos en su punto ideal.
El regreso lo hacemos por la senda de La Espata, en este momento es cuando más disfrutamos de las hojas anaranjadas y tostadas de los hayedos, ya que los rayos de sol se tamizan entre las hojas de colores. Llegamos al puente de Ysil que cruzamos para pasar a la margen derecha del Aragón Subordán y enlazar con la Calzada Romana Caesar Augusta - Beneharnum, otro punto de interés histórico que refleja la importancia que tuvieron las vías que comunicaban Hispania con Galia. Éste fue uno de los tres principales pasos utilizados por los ejércitos romanos, atravesando los Pirineos por el puerto de Palo.
Un esfuerzo más y nos situamos bajo el castillo o torreón de Ysil, construido en el siglo XVI por orden de Felipe II, para evitar la entrada de fuerzas e ideas luteranas procedentes de Francia.
Llegamos siete horas mas tarde de nuestra partida al autocar, muy satisfechos del gran día que hemos pasado con un tiempo casi primaveral.
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Club Montisonense de Montaña – Senderismo.