El Club Montisonense de Montaña ha organizado para este domingo 4 de Diciembre una actividad de senderismo en la Ribagorza, concretamente en el municipio de Viacamp – Litera.
Un total de 26 personas viajamos hasta el pueblo de Chiriveta, localidad que sufrió una despoblación masiva en la década de los 50 – 60 y que a día de hoy a duras penas se conserva en pie.
Partimos de la plaza donde se encuentra la bonita iglesia, tomando una pista que baja a cruzar el barranco de Litera, que todavía conserva vestigios de las riadas de los últimos días. A continuación ascenderemos sin descanso por un camino que a ambos lados tiene muros de piedra muy bien colocada. De vez en cuando unos atajos cruzan la pista de tierra utilizada para los cultivos agrícolas, desapareciendo la senda amurallada y descubriendo entre la tierra removida numerosos fósiles marinos. Esta curiosidad fue la protagonista durante un buen rato hasta que alcanzamos el núcleo completamente abandonado de Montgai o Mongay. Las casas de este despoblado se encuentran adosadas a una rojiza pared con orientación sur, de manera que resulta fácil deducir que aquí el invierno era muy llevadero. Son viviendas y corrales hechos de mampostería, conservándose la iglesia, un horno de pan y una bodega todavía visitables entre la ruina y la vegetación silvestre.
Pero lo que más llamó la atención de los visitantes fueron dos enormes e inacabadas casas de piedra estilo mas moderno, con símbolos como el hombre de Vitruvio en uno de los ventanales, que según hemos podido saber formaron parte de un pretendido pero funesto intento de reconstrucción de todo el municipio, que había sido adquirido por un empresario.
Hecho un buen receso, desandamos hasta el barranco poblado de hermosos robledales para remontar hacia el Castillo de Chiriveta o Torre de Mongay, fortificación medieval del siglo XI que dominaba el paso por el Valle del río Noguera Ribagorzana y el Congosto de Mont – Rebei. Lamentablemente necesita una urgente restauración antes que sus paredes caigan al suelo, pero de momento su silueta resulta imponente.
Con hermosas vistas al Congosto, bajamos del castillo hasta el borde de un grandioso acantilado, sobre el cual se encuentra colgada la Ermita de la Virgen del Congosto (Siglo XI – XII), la cual hizo las delicias del grupo e incluso nos animó a cantar en su interior un villancico.
Sentados al tenue sol invernal, disfrutamos del mediodía sobre esos riscos en una jornada para la que anunciaron lloviznas, pero lo único que cayó fueron largas tertulias mientras regresábamos bien contentos, y unas cervezas en Tolva cuando terminamos la excursión.
Sin duda hoy hemos descubierto un nuevo rincón lleno de bellos paisajes y rincones entrañables en la vecina y querida Ribagorza.
Club Montisonense de Montaña – Senderismo.