Decidimos barranquear por Valle de Tena y así coincidir con los festivales de Pirineo Sur para que más de uno pueda practicar deporte y noche loca a la par.
La opción escogida es el barranco Forronías, en el término municipal de Panticosa.
Se trata de un barranco de catorce rápeles. Destaca en él una surgencia que aporta gran caudal a sus cuatro últimos rápeles, esto hace que esta parte del barranco sea mucho más bonita, y eso que hoy hemos tenido la suerte de encontrar agua ya desde la cabecera, algo poco habitual en estas fechas. El último rápel, de 45 metros, es absolutamente espectacular, parte de él volado y con un gran circo como telón de fondo.
Como terminamos bien de hora, llevamos un par de ases bajo la manga si alguien quiere más. Seremos tres de seis los que nos decantemos por continuar con la actividad.
Las Gargantas de Escarrilla y de Costechal nos encandilaron Pese a ser poco deportivas son sorprendentemente bonitas: Salas enormes y oscuras, estrechos pasillos, enormes badinas de aguas verde esmeralda, altísimos paredones escarpados que parecen devorarnos y tan sólo dos rápeles, uno en cada garganta y a cual de ellos más bonito.
Después de un día tan largo hay que hidratarse bien, y lo hacemos en Sallent de Gállego al ritmo de “Click Here”…qué buen rollo, por favor!!
