El 24 de noviembre nos fuimos al Barranco de Otín después de haber tenido que cambiar las fechas en dos ocasiones por circunstancias varias, así que lo pillamos con ganas. Cuando llegamos a Rodellar el día estaba muy cubierto y así continuó toda la jornada, y aunque cayeron cuatro gotas hizo mucha calma y pasamos mucha calor.
Teníamos la ilusión de encontrar el barranco con agua puesto que recientemente había llovido, pero cuando llegamos a la cabecera ya vimos que las pozas estaban muy limpias pero el agua no corría. El descenso consta de 14 rápeles, el más largo de 40 metros, y varios de ellos son volados.
Es necesario una jornada completa para realizar este barranco, la aproximación nos llevará una hora y media, el descenso dos horas y media y el retorno una hora y media más. Se trata de uno de los barrancos estrella que van a parar al Mascún, con curiosas formaciones, grandes circos rocosos y bonitos rápeles.
Cuando llegamos al Mascún más de un integrante del grupo agradeció el poderse bañar en las pozas de fría agua, puesto que pasamos mucha calor con el neopreno y la calma del día. Las cervezas del bar también ayudaron en esto...
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El grupo: Harry, Marín, Mario, Silvia, JC y Pepe |
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Curiosas ventanas naturales |
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Rápel volado de 35 m uno de los más bonitos de Guara |
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Circo formado por dos rápeles de 35 |
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En la marmita trampa, el barro dificultaba la
trepada de 4 m |
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Peculiar forma de hacer rápel...el estilo pepuno. |
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Último circo rocoso, formado por dos rápeles
de 40 y 25 m |
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La estampa de la Ciudadela y la Cuca Bellostas siempre gusta verla |