domingo, 22 de julio de 2012

Bordeando el Ara en busca de Jánovas

Hasta la jornada de hoy, la sección de senderismo del Club Montisonense de Montaña estaba acostumbrándose a realizar salidas con importantes recorridos, siempre en busca de grandes sensaciones y de los más bellos paisajes.

Hoy ha sido el turno de la sencillez, no por ello menos agradable, de un recorrido con desnivel medio ó bajo; a fin de cuentas son fechas veraniegas y apetece un poco de relax y pasar poca calor. Nada mejor pues, que hacer una andada no muy lejos de casa que conjugue un poco de ejercicio y otro poco de contacto con el agua. Como por casualidad, descubrimos hace poco la senda que une el pueblo de Boltaña con el núcleo deshabitado de Jánovas, que tantas y tantas páginas ha llenado de los periódicos de antaño y no precisamente por cosas buenas. Es hora de recordar lo que allí pasó, nos calzamos las botas y una docena de senderistas comenzamos a andar por el PR-HU 40 que resulta muy fácil ya que se trata de una pista. No la dejaremos hasta casi llegar al núcleo de Seso, donde veremos si estamos atentos que el sendero sale a nuestra izquierda y avanza entre algunas carrascas, es el preludio de lo que va a venir pues la estrecha vereda se mete en el bosque de grandes pinos y de innumerables plantas cual si se tratara de una ruta botánica. Al frescor de la sombra nos permitirnos disfrutar viendo abajo el salvaje río Ara, y arriba las murallas de la Sierra de Nabaín, algún sube y baja brusco nos pone a tono las piernas y cuando parece que vamos a empezar a sudar, nos topamos con el río ya que hemos bajado hasta dentro del cauce.




Pasaremos ahora unos puntos más técnicos ya que la ruta recorre la ladera rocosa primero en una especie de fajeta tallada en la piedra, luego diversos puntos equipados con cadenas o barras de hierro para facilitar el paso, hasta superar un último punto que no es otra cosa que el muro-túnel de hormigón que se construyó para  las compuertas de fondo de la pretendida presa de Jánovas. Impresiona ver esta construcción que tan cerca estuvo de anegar el valle del Ara, pero más nos cautiva el bonito puente colgante al que ahora hemos llegado, que aún sirve para cruzar el río a pie.


Sólo nos restan diez minutos para llegar a nuestro destino, sentarnos junto a la Fuente y dar cuenta del bocadillo, pero la suerte hizo que además de todas estas cosas, nos encontrásemos en medio de una sencilla representación teatral al aire libre en la que se ponía de manifiesto lo que ocurrió aquí, en Jánovas, durante el desahucio de sus habitantes y de la dolorosa represión a la que se los sometió que llevo a que algunas de sus casas fuesen incendiadas y otras destruidas. Se nos encoge el ánimo con solo pensar y ver con nuestros ojos lo que se les hizo a esas gentes, que perdieron sus casas, sus vecinos, sus tierras y la paz de sus vidas.
Última visita a la iglesia abandonada, preciosas pinturas en su interior, foto de grupo y a volver sobre nuestros pasos, eso sí a hora no perdonamos el baño en una de las grandes pozas que, curva tras curva, ha excavado el río Ara, milagrosamente el único río virgen que nos queda.


Fresquitos nos ponemos en marcha, sin embargo quedan unos pocos kilómetros que andar y la jornada se está poniendo calurosa, tanto que a la llegada a Boltaña repetimos el baño bajo el puente del Camping, donde comimos un poco y así, bajamos a casa como si estuviéramos de vacaciones. ¿o no?.

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Club Montisonense de Montaña – Senderismo.
22-07-2012