sábado, 21 de julio de 2012

BARRANCO DE OTAL

El sábado 21 de julio nos fuimos a bajar el Barranco de Otal, en el valle de Bujaruelo.
Ya el pasado octubre  tuvimos que dejarlo pasar después de estar ya por ahí arriba porque hacía demasiado aire y frío, además veíamos la nieve ahí mismo y nos la íbamos a comer fijo. Así que lo pospusimos yéndonos en su lugar al Sía.
Pero el sábado hizo un día genial que nos permitió disfrutar de este alpino descenso, aunque al final ya empezábamos a pasar algo de frío puesto que el agua estaba helada.
Partimos del refugio de Bujaruelo siguiendo la pista y nos desvíamos a la izquierda, ya por recortes, hacia el Valle de Otal. Llegados a este punto, abrimos una puerta de ganado y continuamos hacia la derecha, siguiendo el cauce del río, que nos llevará a la cabecera de nuestro barranco. Sobre unos 35 min, eso sí, al paso que marcó Marín, que nos dejó a todos con la lengua fuera.
Aunque algo abierto al principio, como casi todos los barrancos alpinos, su parte central es oscura y bien excavada con bonitas formaciones de canalones. Si a esto le sumamos que llevaba un caudal bien bonico, resultó ser una jornada muy disfrutona.
Gran parte del descenso nos sorprende con unas bonitas vistas del Puerto de Bujaruelo y sus vigilantes Gabietos.
Las instalaciones son algo precarias por tratarse de un barranco poco transitado (de hecho, estuvimos solos todo el tiempo). Consta de nueve rápeles con un máximo de 21 m.
Terminado el Otal se sale a la parte final de la Garganta de Ordiso, que nos llevará 20 min. descender.
Llegados al Puente de Oncins solo nos restan otros 20 min. hasta el coche.





Cortinas de agua con cuevas
ocultas






Buenas panorámicas de la zona

Rápel guiado para cruzar la vena y salvar
una mala recepción

Angostos y oscuros tramos

Y llegamos al Ordiso, y...a saltar!


Bonitos pasillos finales con agua muy fría

Los barranqueros de la jornada