El sábado 25 de febrero realizamos la salida del club a este barranco tan socorrido para estas fechas. Tras alguna que otra baja de última hora, los participantes fuimos tan sólo tres. Así que, aprovechando que el grupo no era numeroso, decidimos hacer el descenso desde su cabecera, puesto que inicialmente, pensábamos bajar a partir de la ermita.
El resultado de esta decisión fue una aproximación un tanto dura por la maleza que tuvimos que superar a partir del collado del pico del Mediodía. Una vez que encontramos la cabecera, rapelamos por varios árboles hasta encontrar las instalaciones. Esta primera parte del barranco es completamente seca, pero a partir de la ermita comienza a haber agua, pese a que este año con la sequía no hay demasiada. El descenso consta de 14 rápeles y el más largo, de 22 metros, se encuentra en la primera parte del barranco.