miércoles, 14 de julio de 2010

Puerto Viejo de Bielsa

 
Por los Valles de Pinarra y Barrosa 11-07-2010

El Club Montisonense de Montaña ha emprendido este fin de semana una nueva ruta en el Pirineo por el Valle de Bielsa, haciendo un bellísimo recorrido circular para conocer el pequeño Valle de Pinarra y el Puerto viejo de Bielsa, para descender por el Valle de Barrosa, uno de los más abruptos e imponentes que podemos recorrer en esta cordillera.

Para poder disfrutar de esta travesía nos tuvimos que desplazar un total de siete personas hasta la boca sur del túnel de Bielsa, en pleno proceso de acondicionamiento. Junto al mismo encontramos una zona de aparcamiento, tomando un sendero que pronto remonta por encima del propio túnel atravesando un bellísimo bosque de pino negro y pasando a un gran salto de agua, el churro de Pinarra.

Poco a poco se va ganado altura, la senda es muy amplia y se hace más que llevadera, se va saliendo del pinar y aparecen grandes pastos y una cabaña refugio de pastores. Allí aprovechamos a beber y comer un poco, pudiendo divisar una pequeña manada de sarrios y alguna marmota. La luz del día iluminaba las montañas al fondo del valle, completamente verde por las recientes lluvias que regaron los pastos.
Sin excesivo esfuerzo, en unas dos horas alcanzamos el Puerto viejo de Bielsa, lugar lleno de historia que el cartel indicativo en el valle relata así:

“El Puerto Viejo fue el principal paso transfronterizo entre el valle de Bielsa y Francia hasta la construcción del túnel carretero en 1.976. En el pasado soportó un verdadero trajín de gentes y mercaderías entre los dos países vecinos. Su trazado rememora también viejas historias entre contrabandistas y la dramática retirada invernal de los habitantes del valle de Bielsa y el ejército republicano hacia Francia en el episodio de la “Bolsa de Bielsa” durante la Guerra Civil española. Desde el camino podemos contemplar la impresionante cascada o churro “La Pinarra” y un amplio circo de origen glaciar de gran belleza”.

Carteles indicativos a ambos lados de la frontera y una placa conmemorativa de los 70 años, dan idea de la gran importancia de este lugar, y de la gran repercusión social que tuvo en el valle el cerco fascista durante la guerra, obligando a las gentes del valle a huir con precarios medios por el valle nevado.


Después de reponer fuerzas, pudimos continuar desde el Puerto: si bien tres del grupo regresaron por el valle de Pinarra hacia los coches, y los que nos sentimos con mas fuerzas seguimos la cresta hasta el Pico del Puerto Viejo, 2.723 m. con unas vistas verdaderamente excepcionales del valle, de la mole gigantesca de La Munia y Troumouse, así como el bellísimo lago de Barroude, de forma irregular, gran tamaño y aguas verde turquesa.


Para completar la ruta, seguimos ya casi sin ganar desnivel hasta el Pico de Barrosa, de 2.739 m. donde comimos contemplando un rebaño de ovejas resguardadas entre los riscos.
Para descender hicimos la ruta circular al sur, bajando más de 1000 m. hasta el fondo del valle donde el desnivel ya resultaba más suave, alcanzando los prados y el refugio rodeados de cascadas que caen desde cientos de metros más arriba.


Para que no faltase de nada, se nos puso a llover y tuvimos que soportar la densa lluvia más de una hora, pero eso no fue problema ya que andamos preparados para estas contingencias.
El último tramo nos presenta grandes bosques, y los restos de la antigua minería de plata, plomo y hierro que décadas atrás dieron prosperidad a mucha gente. Los carteles y los edificios que aún están en pié de nuevo nos relatan cómo se hacía el transporte por estas altísimas montañas hasta Parzán, por medio de unos cables por encima de los bosques.
Los compañeros que bajaron del Puerto Viejo a los coches nos recogieron ahora próximos a Parzán, para concluir la jornada tomando unos refrescos en Labuerda donde lucía el Sol y  nos recordaba que, fuera del Pirineo, el calor se hace protagonista.

Enlace a las fotos de Santi