La excursión de éste fin de semana de la sección de senderismo nos ha llevado a la Sierra de Bonés, lugar poco conocido para los montisonenses. El invierno este año ha sido muy desapacible para las actividades de montaña, y este fin de semana no quiso ser menos haciendo que la prevista actividad de raquetas de nieve fuese sustituida por ésta mucho más accesible y sencilla.
Para ello nos desplazamos a la localidad de Arguis, pasada la cual aparcamos junto a la carretera antigua del puerto de Monrepós y tomamos la senda señalizada en busca de la Raya d'As Tiñas, curiosa cornisa orientada al sur y que resulta un bonito mirador al valle del río Isuela y el embalse de Arguis.
En adelante nos espera un ascenso algo complejo, dando la sensación que el sendero se va a complicar en cualquier momento lo que nos dará un toque más alpino de lo que realmente es. Sin dificultades importantes, vamos acercándonos a la parte más alta que ya vemos al fondo. Es como una espectacular faja que no dejará de atraer la mirada de los senderistas.
En adelante nos espera un ascenso algo complejo, dando la sensación que el sendero se va a complicar en cualquier momento lo que nos dará un toque más alpino de lo que realmente es. Sin dificultades importantes, vamos acercándonos a la parte más alta que ya vemos al fondo. Es como una espectacular faja que no dejará de atraer la mirada de los senderistas.
Decidimos aprovechar un hueco entre las rocas a resguardo del helador viento para, al sol calentito, comer el bocadillo ya que no sabemos si en adelante encontraremos un lugar mejor. En el último trecho una abombada roca nos sitúa en el mismo borde del precipicio, lugar donde quisimos poner nuestros pies como si fuéramos los mismísimos buitres buscando el mejor apostadero.
A continuación subimos al alto de la sierra de Bonés entre erizones y matorral de boj. Ya en la cara norte, entramos en un denso pinar de pino silvestre, la nieve y el hielo estaban en todas partes así que hubo que cuidar mucho dónde pisábamos y de esta manera evitar accidentes.
Finalmente, llegamos a la ermita de Santa Magdalena, nuestro modesto objetivo que en un día más cálido hubiera sido un lugar idílico ya que está rodeada de prados verdes al sol. Sólo quedaba descender por el sendero entre pinos y hayas hasta Arguis, camino muy cuidado y perfecto para personas poco acostumbradas a andar por el monte.
En resumen, una jornada agradable y suficientemente soportable para ser que las previsiones prometían un frío glacial. No hemos querido dejar de lado nuestras saludables ganas de caminar, y de esta manera hemos aprovechado la jornada como siempre solemos hacer.
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Distancia recorrida: 11,0 km. Desnivel acumulado: 602 m.
Dificultad técnica: Moderado
Tiempo: 5 horas 15 minutos
CLUB MONTISONENSE - SENDERISMO
