El chapuzón lo conseguimos, pero, lo del tiempo... vimos de todo, aire, lluvia, granizo y sol.
La primera parte del barranco son grandes pozas y corre un hilo de agua, y a partir de las surgencias, el barranco va cogiendo más caudal y se va haciendo más divertido y estético.
Es recomendable realizarlo después de fuertes lluvias, puesto que si no el caudal es mínimo, lo cual desmejora mucho el descenso.
Nosotros tuvimos la suerte de pillarlo con el agua adecuada para disfrutar.
Se trata de un barranco muy completo, puesto que en cuatro horas de descenso, encontramos 10 rápeles, el más largo de 17 m, algún tobogán, agujeros y cuevas, sucesión de destrepes y diversos saltos, el más largo de 6 m.
Cristalinas y frías agua verde botella |
Observando medio seiscientos en el cauce |
Abundante vegetación muy estética |
Bonitas cascadas |
Imposibles agujeros por donde entramos |
Salto final de 6 m |