Domingo, 18 de Marzo de 2012
Este domingo nos hemos vuelto a encontrar en nuestro ambiente, y una docena de senderistas de Monzón nos hemos dispuesto a aprovechar el fin de semana de la forma que más nos gusta: practicando senderismo, en este caso de calidad.
Se podría decir que los autores de la idea de visitar este mágico lugar fueron los del programa de Chino Chano, de Aragón Televisión. En uno de sus capítulos su presentador Nacho Rubio nos mostraba ésta excursión y la presentaba como “una de las rutas más bonitas de la provincia de Huesca”. Prestando atención se deduce fácilmente que, cuando un grupo está bien entrenado, dicha actividad pudiera hacerse corta. Por tanto, fuimos nosotros mismos quienes tuvimos que diseñar una espectacular circular en este impresionante rincón de la Hoya de Huesca.
Partimos desde el pequeño pueblo de Villalangua, junto a la N-240 entre Ayerbe y Puente la Reina, desde el cual veremos ya delante nuestro una gran muralla de roca en mitad de la cual, a modo de puerta, el barranco talla un estrecho paso. Arriba, en la parte más alta de la Sierra de Santo Domingo, descubrimos una doble hendidura en forma de W por la que pretendemos pasar a la cara sur.
El desnivel a superar es importante, pero no hay porqué asustarse pues el sendero está muy limpio y cuidado de manera que apenas nos damos cuenta y ya estamos metidos de lleno en esta aventurilla.
Los primeros metros discurren cruzando el río Asabón y entrando en un tramo de pista rodada, algún árbol despunta ya los brotes y se muestra dispuesto a echar las flores en cuanto el sol comience a calentar. Junto al camino, un enorme roble y un cartel nos indican el punto por el que tomaremos una senda realmente bella, poblada de multitud de especies vegetales junto a las que discurre una acequia de agua proveniente de la misma Foz y que nos lleva en pocos minutos a las puertas de ésta.
Cruzaremos el barranco de Salinas y de repente entraremos en el precioso desfiladero; al patrimonio botánico que estamos contemplando se le suma ahora el geológico, donde las sucesiones de paredes de caliza se alzan en un auténtico equilibrio que es incesantemente sobrevolado por colonias de buitres leonados.
No damos crédito a tanta belleza tan cerca del pueblo, y parece imposible que tengamos rincones así y que no hayamos estado en ellos antes de excursión. No dejamos de hacer fotos y de mirar para arriba, por lo que deberemos prestar atención a no tropezar. De repente, los sonidos de una pequeña cascada atraen la atención y un puente de piedra suma un encanto muy especial a uno de los mágicos rincones de la Foz.
Seguimos ascendiendo entre robledales hasta llegar al pueblo abandonado de Salinas el Viejo, de mas de 1000 años de antigüedad. La principal ocupación del más de un centenar de vecinos que tuvo, fue la extracción de sal, hoy en día abandonada por completo esta actividad desde que un movimiento de tierras obligó a la gente a trasladarse de lugar.
Es el momento de hacer una breve parada a comer un poco, que coincidió con la súbita caída de unos copos de nieve. Las risas y las bromas también forman parte de una buena jornada senderista, y por momentos nos encontrábamos sumidos en uno de esos días para no olvidar.
Hecho el breve descanso, retomamos la ascensión por un tupido pinar hasta alcanzar el llamado Achar de la Osqueta, que es esa curiosa hendidura en forma de W. El paso a la vertiente sur es casi emocionante, pues desde arriba tenemos dos mundos opuestos uno a cada lado de esta espectacular y larguísima cresta.
Descenderemos por ésta cara sur un centenar de metros hasta una pista que nos llevará a la otra punta de cresta entre rebaños de vacas y muchos matorrales de boj. Al sur, el barranco ó Foz del Molino entre enormes bosques de pinar.
El nuevo paso a la cara norte es también idílico ya que nos permite disfrutar de unos prados colgados sobre la montaña, vistas al Pirineo y sierras de San Juan de La Peña o la de Oroel, descendiendo por una pista forestal entre enormes pinares hasta llegar a unas encinas gigantes.
Estamos en un mirador en lo alto, y tenemos a los pies la Foz de Salinas al completo. Casi no se puede pedir más, ya que es como si sobrevoláramos todo el recorrido que hemos hecho a lo largo de la jornada.
Así que, por una senda junto a la más grandiosa de las encinas, descendemos tranquilamente a la Salinas el Viejo deshaciendo el recorrido inicial hasta Villalangua, donde podemos saborear el fin de la jornada de la mejor manera, en camaradería brindando por el éxito de hoy. ¡Gracias, Chino Chano!
Y de regreso, una paradita para fotografiar los Mallos de Riglos.
¡Impresionantes también!
Enlace al track de GPS:
Distancia recorrida: 16,77 kilómetros
Altitud min: 576 metros, max: 1.285 metros
Desnivel acum. subiendo: 828 metros, bajando: 828 metros
Grado de dificultad: Fácil Tiempo: 6 horas
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Monzón, a 18 de marzo de 2012.
CLUB MONTISONENSE DE MONTAÑA