El curso, de una jornada de duración, comenzó con un breve y rápido repaso de material y nudos importantes, tanto generales como especiales para el auto-rescate. Rápel auto-asegurado y bloqueo de los distintos tipos de descensores para poder trabajar con libertad en la pared y poder detener nuestro descenso en un momento dado. Después el ascenso por cuerda fija con métodos de fortuna y con bloqueadores y material específico. Para terminar la mañana vimos los polipastos: sistemas de desmultiplicación de fuerzas a base de poleas; y su aplicación en el montaje de tirolinas. Aprovechamos estos conocimientos para suponer un caso real de barranquismo en un rapel a una marmita con aguas revueltas y mortales y como evitarlas mediante el rapel guiado con tirolina a anclajes fijos o al cuerpo.
Por la tarde vimos la triangulación de reuniones y el montaje de las mismas con medios artificiales. Friends y fisureros. Y como en el caso de estar escalando vías largas con estas reuniones “precarias” trasladar una carga de un escalador herido del arnés del asegurador a la reunión. Después practicamos por parejas distintas maneras de rapelar descendiendo a un compañero herido. Finalizamos el curso con los pasamanos con y sin puntos intermedios y la seguridad del grupo a la hora de cruzarlos.
Es importante participar en estos cursos de aprendizaje o reciclaje según cada uno para estar siempre preparado para actuar en el momento más inesperado, que es cuando vamos a necesitar estos conocimientos quizá poco valorados.
Edgar para el Club Montisonense de Montaña.
