Pero una vez mas el tiempo nos la vuelve a jugar, y con temporal y alerta naranja por lluvias nos deshace los planes, con que el sábado por la noche nos volvemos a plantear, con un grupo de solo tres personas, y una ventana de pocas horas por la mañana, podemos plantearnos realizar algo, totalmente distinto a lo que pensábamos días a tras, pero que nos permita salir al monte.
Necesitamos un barranco”seco”, con poca cuenca recepción y
que no presente problemas en su retorno, con que nos decantamos por Lapenilla,
conociéndolo bien y pudiendo evaluarlo antes de su inicio, se nos presenta como
mejor opción.
Si comparamos, las fotos con las de la última entrada, en
2011, parece que estamos en un sitio totalmente distinto.
Pero nos deja muy buen sabor de boca, los rápeles no se
reconocen, y aparecen toboganes nuevos
en los resaltes, hasta llegar al patio con vistas al pantano, el agua coge un
camino que no nos podíamos imaginar, y a la salida del R35, después de
encañonarse hacia el vacío, nos salta por encima para difuminarse por el aire
los 30 metros que faltan hasta el suelo. Ni siquiera la lluvia que nos empieza a caer encima, nos estropea la parte
final de este barranco.
Un día bastante difícil para practicar este deporte, y también habrá quien nos tache de temerarios por la idea de meterse en cuencas, en medio de temporal de lluvia, se verifica el concepto de que el barranquismo se puede practicar durante todo el año, siempre y cuando se escoja el cañón adecuado a las condiciones.
Un día bastante difícil para practicar este deporte, y también habrá quien nos tache de temerarios por la idea de meterse en cuencas, en medio de temporal de lluvia, se verifica el concepto de que el barranquismo se puede practicar durante todo el año, siempre y cuando se escoja el cañón adecuado a las condiciones.
Podéis ver la crónica de este mismo barranco, realizado por el club en 2011 pinchando aquí.