domingo, 24 de abril de 2016

SUBIDA AL PUI DE LLERÁS, DE RONDA POR LA TERRETA

El pasado domingo 24 de Abril, un total de 14 senderistas del Club Montisonense nos juntamos para realizar una ruta en la comarca natural denominada “La Terreta”, un lugar muy poco conocido para los montisonenses que debido a su orografía es muy apropiado para realizar interesantes rutas por sus encantadores senderos. Además, esta zona es conocida como una reserva de buitres.

Mirando al Pirineo

Para conocer este precioso valle nos iremos a la localidad de Arén, siguiendo la N-230 pasados un par de kilómetros está el desvío a La Torre de Tamúrcia, continuando hacia Espluga de Serra y finalmente por pista de tierra al núcleo de “El Castellet”.

Aparcamos nuestros coches junto al ancho camino ya que no hay un lugar acondicionado, nos calzamos las botas y comenzamos nuestra andada muy animados.


La mañana ha sido muy fresca después de las tormentas del sábado, de manera que hoy luce el sol más limpio y radiante. También los campos de cereal y los árboles resplandecen con sus diversas tonalidades verdes, que contrastan con las paredes de caliza de la montaña de Sant Gervás al norte.

Fuente en Esplugas de Serra

Tomamos la misma pista por la que hemos venido encontrando al poco rato una hermosísima fuente donde nos divertimos haciendo fotos, y luego llegamos a Espluga de Serra, núcleo que antiguamente era capital de término pero que actualmente depende del Ayuntamiento de Tremp. Está habitado por algunas familias, dicen que son hippies, el caso que tienen escuela y algunas casas arregladas lo que resulta bastante interesante.

Un grupo de tulipanes rojos en el jardín de una casa hacen las delicias de los fotógrafos, la curiosidad nos lleva a la pequeña y coqueta iglesia y enseguida, junto a la escuela, enlazamos con el sendero que nos llevará al ya visible Pui de Lleràs, una montaña que es punto culminante y nexo de unión entre las Sierras de Castellet y de San Salvador, haciendo límite con la comarca catalana del Pallars Jussá.

En la cresta, con el Pui al fondo

El sendero es ancho como una pista hasta un desvío a la derecha, es un lugar hermoso con bastante vegetación entre la cual deberemos ascender ganando terreno y desnivel hasta situarnos en la base de una mole de conglomerado en forma de “mallos”; allí la senda se encarama a modo de cornisa o faja hasta rodear las verticales paredes; No es un lugar peligroso ya que el camino está tallado dejando pared a ambos lados, al poco el espacio se ensancha salvando mediante algunas lazadas el trecho que queda hasta la cresta o collado, donde las vistas son verdaderamente formidables. Al este y oeste se abren enormes valles con montañas de siluetas exquisitas, es un buen sitio para sentarnos al sol y comer un bocadillo. Descansamos las piernas y a continuación nos dirigimos por la cresta al sur, sorteando diversas prominencias siempre cerca del filo hasta emprender la última y dura subida al Pui.

Creta y la Sierra de Sant Gervàs

Como si nos estuviesen esperando, un numeroso grupo de caballos se ha congregado en las praderas que rodean la cumbre principal, a la que llegamos muy contentos ya que es un lugar realmente agradable. Nos divertimos fotografiandonos con los équidos, unos blancos, otros negros e incluso uno manchado que recuerda a las películas de indios. El grupo entero nos juntamos finalmente en el vértice, nada menos que 1692 m. de altitud, para inmortalizar este día entre las buenas excursiones del Club. La fresca brisa revela que están muy cerca las montañas nevadas que oteamos con curiosidad intentando desvelar el nombre de algunas de ellas.

Foto de Cima en el Pui de Llerás

Desde la cima la bajada la hicimos por la cresta sur, llegando a la collada del Caramell desde la que se desciende por un hermoso sendero hacia El Castellet, disfrutando de unas vistas espectaculares hacia los formidables mallos de conglomerado de diversas formas, todas ellas espectaculares. Un último trecho por el recién brotado robledal supuso el colofón a una jornada soleada y muy agradable, que como otras veces, quisimos que acabase en una pequeña celebración en un restaurante de Arén.

Mallos de Castellet

Sendero por el Robledal

Club Montisonense de Montaña – Senderismo.

domingo, 10 de abril de 2016

PALA ALTA DEL MONTROIG, GRAN CIRCULAR DEL CLUB MONTISONENSE


Hermoso es constatar la madurez de los socios y socias del Club Montisonense cuando se presentan una tras otra vez a las excursiones organizadas, sea cual sea el destino. A las mil y una posibilidades que ofrece el senderismo añadimos este pasado domingo una actividad novedosa aunque paradójicamente en un lugar próximo donde se desarrollan una gran cantidad de actividades deportivas: escalada, vías ferratas, piragüismo, BTT y por supuesto Senderismo.

Se trata de la Sierra de Montroig, situada al sur de la más conocida Sierra del Montsec. Esta “pequeña” estribación montañosa se encuentra cerca de los municipios de Camarasa y Sant Llorenç de Montgai, dos lugares que infinidad de personas utilizan cada fin de semana para tomar contacto con la naturaleza.

Partimos un total de 18 senderistas de un aparcamiento que está entre las dos localidades citadas, junto al pantano de Sant Llorenç. Debido al desnivel que se acumula en esta dura ruta circular, nos preocupamos de llevar suficiente equipo y sobre todo mucha agua.

Tomamos una pista que se dirige al Coll d’Orenga, caminamos con comodidad a la vez que curioseamos la geología de esta montaña, con rocas de distintos tipos muy fáciles de observar: yesos, rocas ígneas y más arriba la mole de caliza rojiza que conforma la parte más elevada y a su vez característica de esta sierra.

En menos de una hora la pista se acaba y una vez rebasado el primer collado abandonamos la comodidad para encaramarnos hacia la cresta, esto se hace por una marcada senda bordeada de romeros en flor y otras muchas plantas. No encontramos ninguna marca de PR aunque no hay confusión posible en busca del paso entre las enormes murallas pétreas. Un rato sudando la gota gorda nos permitió alcanzar el alto, llegando al refugio forestal “Pletiu de l’Extrem”, instalación muy cuidada y que permitiría hacer noche a quien quisiera con bastantes comodidades.

                                                                 Subiendo al refugio

Ha llegado la hora de comer un poco, lo hacemos en los bancos que hay entre los pinos, lugar idóneo para reposar del esfuerzo. El bocadillo se queda pequeño porque a estas horas tenemos hambre, mas no debemos relajarnos en exceso puesto que falta mucho así que nos dirigimos hacia la cresta cuyo perfil es un constante sube y baja de las diversas lomas, exigiendo a los senderistas un esfuerzo suplementario.

                                              Camino de Las Alturas, Cresta

Una brisa fresca aliviaba los sudores mientras recorríamos el camino de Las Alturas, donde romeros y malvas colonizan el angosto terreno entre la cara norte (poblada de característica vegetación mediterránea, carrascas, sabinas, pinar…) y la sur, que se corta bruscamente con una pared de más de cien metros. Nada obstruye las impresionantes vistas al valle donde la primavera se revela fructífera después de una semana lluviosa, dejando multitud de aromas y sensaciones.

Pasada la una del mediodía bajamos al Coll de Porta, un amplio collado por el que cruza de norte a sur una pista, nosotros la cruzamos para remontar una dura cuesta hasta el pico principal que es el Montroig, de 950 metros de altitud. Parece que sean muchos más puesto que al llegar el grupo a la cima lo celebramos como una auténtica conquista. ¡Aquí estamos los de Aragón! dispuestos a colonizar estas tierras, decíamos alborozados.

                                              Foto de Grupo con el Montroig

Debe ser esta alegría espontánea la que le habrá dado nombre a la edificación que cierra la sierra por su flanco oeste, la ermita de Montalegre. Allí nos dirigimos para hacer la última parada en este lugar tan destacado y oportuno, como hemos rebasado las dos terceras partes del recorrido viendo cerca el éxito dejamos paso a las bromas y algún que otro chiste.

                                                            Bajando a Montalegre

De este punto tomaremos una senda que baja con fuerza hacia el valle, un curioso caminito serpentea dentro del bosque permitiendo perder todo el desnivel que tanto trabajo nos costó en menos de una hora, ¡ buff ! Nos detenemos un momento para darnos el gusto de una última mirada: en ese instante nos quedamos boquiabiertos al divisar toda la montaña de punta a punta, la que acabamos de patearnos. ¡Es verdaderamente increíble! ¡Inaudito!

                                     Sendero hacia el Valle                                 Cerca del final

La pala Alta ya figurará entre nuestras conquistas, y la Sierra de Montroig nunca más nos será desconocida, todo lo contrario: aquí están nuestras huellas, nuestros sudores y nuestras ilusiones cumplidas una vez más.

                                                                                                         En la Pala Alta

Club Montisonense de Montaña – Senderismo.